Continúo con las palabras de mi colega Antonio, sobre el valor terapéutico de la música dentro de los tratamientos para el trastorno límite de la personalidad.
Primero, es importante resaltar que la musicoterapia es una herramienta dentro del proceso terapéutico, pero que esta es solo una técnica de apoyo y que carece de valor sino se complementa debidamente con una psicoterapia personal y un adecuado tratamiento farmacológico, en los casos que este indicado.
Es importante definir el termino musicoterapia, refiriéndose a él como al uso de la música y/o sus elementos (ritmo, melodía, etc.) por un profesional cualificado para ello, con un paciente o grupo, para facilitar la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, los vínculos para las necesidades emocionales, físicas, cognitivas del individuo o del grupo (Korejwo, 2012).
La musicoterapia es una herramienta que se utiliza sobre todo para el trabajo dentro del espectro de las emociones, en lo que refiere a TLP. Es decir, su valor se constituye como un medio adecuado para identificar, regular y profundizar dentro de las emociones.
La musicoterapia no considera que la música en si misma pueda curar. Lo que promueve es una forma de terapia en la que la técnica es la música. No existen por ello recetas generales. No hay una música que tenga un mayor poder sanador y otra menos.
A continuación, explico cómo se debe organizar en grandes rasgos este tipo de sesiones. La musicoterapia requiere de una sala insonorizada, consiste en sesiones semanales o diarias. Pueden ser grupales o individuales. El planteamiento del trabajo estará en función de las necesidades del paciente.
Cada sesión contará con una fase de calentamiento durante la cual, el objetivo es que el terapeuta entre en contacto con el paciente y evalúe su estado emocional. Posteriormente se elige el material a trabajar, una melodía concreta, el uso de la propia voz, etc., y se inicia la sesión. El objetivo aquí será la interpretación por parte del paciente de las diferentes músicas en conexión con su estado emocional.
En musicoterapia se puede trabajar de diferentes formas:
- De forma activa: consiste en cantar, moverse, tocar instrumentos.
- De forma receptiva: métodos de relajación, escucha musical, imaginación guiada por el terapeuta.
La musicoterapia es una de las herramientas utilizadas por los terapeutas para el tratamiento con el espectro autista, se busca con ello, la mejora de las conductas sociales y de comunicación. Estos puntos son las bases de esta técnica en el trabajo con TLP.
La música se utiliza con el objetivo de mejorar la comunicación verbal, la identificación de emociones y el desarrollo social. Para ello, las técnicas más utilizadas son el uso de canciones compuestas y su escucha, además de la terapia de música de improvisación, en donde los sujetos a través del uso de un instrumento deben acoplarse a una melodía de fondo.
El aspecto no verbal de la música, ayuda a fortalecer el vínculo paciente-terapeuta, esto conlleva el uso de la música como forma de comunicación, evadiendo la utilización del lenguaje.
La música estimula la amígdala, por lo que evoca emociones en la persona. Esta manera de acceder a las emociones es muy útil en el contexto terapéutico, ya que permite el acercamiento a los afectos de una manera rápida. La musicoterapia es una técnica no invasiva, y motivante, ya que la música posee estas condiciones, siendo un arte que gusta al grueso de la población. Por ello, la musicoterapia tiene buena acogida y efectividad con los pacientes (García-Allen, 2015).
Estas son solo algunas pinceladas sobre la musicoterapia, pero es un tema que necesita de su profundización teórica para poder desarrollarla. Resaltar que es una herramienta válida para el trabajo con esta patología, en su adecuado contexto.
Finalizo este artículo con las palabras de un afamado neurólogo y escritor, con varios best sellers a su espalda fundamentados en estudios sobre casos sobre personas con enfermedades neurológicas, Oliver Sacks afirma que los seres humanos “somos una especie tan lingüística como musical” (Sacks, 2009).
Referencias bibliográficas:
– García-Allen, J. (2015) La musicoterapia y sus beneficios para la salud. Psicología y Mente.
https://psicologiaymente.net/vida/musicoterapia
– Korejwo, M. (2012) El uso de la musicoterapia en el autismo (Tesina de Máster de Musicoterapia). Instituto superior de estudios psicológicos, Pamplona.
– Sacks, O. (2009) Musicofilia, relatos de la música y el cerebro. Barcelona: Anagrama.