Qué es el Trastorno Límite de la Personalidad
El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) es un Trastorno Mental grave que afecta en sus formas más graves al 2% de la población
Se trata de una patología de la inestabilidad y del impulso, que da la cara en la preadolescencia y, sin embargo, suele diagnosticarse en la edad adulta ya que se estima que la personalidad no llega a formarse hasta los 18 años de edad, por lo tanto, que aparezcan síntomas en la adolescencia no significa que se llegue a desarrollar. Sin embargo, es importante prestar atención a rasgos y síntomas que puedan aparecer en edades tempranas para poder hacer una prevención y tratamiento eficaz e intentar minimizar las consecuencias del trastorno.
Es una patología que puede darse en diferentes contextos independientemente de donde vivamos.
Para hacer un diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad, la persona debe presentar 5 de los 9 criterios que existen contemplados en el manual diagnóstico DSM V. Esos criterios son:
1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginado
Es decir que ante el miedo (imaginado o real) o ante el abandono, las personas con Trastorno Límite a veces utilizan herramientas desesperadas para evitar ser abandonados como pueden ser amenazas de muerte o de autolesión. “Si me dejas, mi vida dejará de tener sentido”
2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas
Que se caracteriza por un cambio entre los extremos de idealización del otro -es decir, una profunda admiración, cariño, etc “mi mejor amiga es perfecta, ojala yo fuese como ella, nadie me escucha igual que ella”- o la devaluación, que sería todo lo contrario. “no me había dado cuenta de que era una mala persona, un lobo con piel de cordero, todo lo que hizo fue por hacerme daño”
3. Inestabilidad intensa y persistente de la autoimagen y del sentido del yo
Lo que significa que muestran dificultad para describirse a sí mismos. Si pides que busquen una imagen de ellos mismos, suele aparecer una imagen difusa. No saben qué les gusta o qué proyectos quieren desarrollar porque no saben quienes son.
4. Impulsividad en dos o más áreas y que son potencialmente dañinas/autolesivas para sí mismos
Un ejemplo de estas áreas de impulsividad pueden ser gastos sin control, sexo, consumo de drogas, conducción temeraria o atracones alimentarios.
5. La existencia de un comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de suicidio, así como comportamientos de automutilación
(Aunque cabe destacar que este criterio no es imprescindible para realizar el diagnóstico)
6. Inestabilidad afectiva referida a cambios constantes en el estado de ánimo
Como por ejemplo, que haya episodios intensos de irritabilidad o ansiedad que generalmente duran unas horas y, rara vez, más de unos días, que ‘desaparecen’ sin razón aparente.
7. Sensación crónica de vacío
Muchos lo expresan como un agujero en el pecho e incluso lo llegan a confundir con aburrimiento.
8. Ira inapropiada e intensa, o dificultad para controlarla
Por ejemplo, las explosiones de rabia, romper o tirar cosas o las peleas físicas.
9. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés o con síntomas disociativos graves
Como amnesias en las que llegan a perder la noción del espacio o del tiempo, o con síntomas de tipo vasovagal como desmayos. Es decir, puede tener la sensación de que los demás les observan, hablan de ellos o que les persiguen, incluso alucinaciones auditivas en forma de voces pero son breves en el tiempo y circunscritas a momentos de estrés.
Las causas del TLP aún no están determinadas completamente, pero es probable que sean una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales.
Dentro de los factores ambientales habría que destacar las experiencias tempranas traumáticas y los estilos de apego y crianza que se dan en esas etapas.