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La respiración es un acto bello que nos conecta con nosotros y el momento presente, aquí y ahora

En nuestra vida diaria respiramos pero olvidamos que estamos respirando. Es fácil encontrar que nuestro cuerpo esté en un lugar y nuestra mente está con frecuencia en otro. 

Respirar constituye una práctica de desapego, la vida fluye hacia dentro y hacia afuera, sin agarrarse a nada. Cada vez que el aire sale, dejamos partir aquello que ya no nos sirve, materia que no necesitamos. Con cada inspiración entran en nuestro cuerpo y tejidos oxigeno y energía fresca.

La respiración consciente es tu ancla en el momento presente. 

Te propongo que durante esta semana, te tomes 10 minutos al día para realizar una respiración consciente. 

  1. Elige un momento del día y un lugar tranquilo, quizás al despertar o al anochecer antes de ir a dormir.
  2. Siéntate o túmbate en una postura cómoda y cierra los ojos.
  3. Inspira y expira por la nariz. Si te resulta incómodo, puedes hacerlo por la boca.
  4. Al inspirar llena los pulmones de abajo a arriba, como si llenaras un vaso de agua, primero el bajo abdomen, luego el medio abdomen y lo ultimo el pecho. Conforme inspiramos, sentimos verdaderamente el aire llenando nuestros pulmones.
  5. Al expirar vamos a dejar que se vaya vaciando de arriba a abajo, como cuando bebemos el vaso de agua del vaso, primero bebemos el agua del tope luego el que hay en la mitad del vaso y por último el agua del fondo. Exhalamos pues primero el aire del pecho, luego del medio abdomen y por último el aire del bajo abdomen.
  6. Si durante la práctica te viene cualquier pensamiento o idea, date cuenta ello y vuelve con tu atención a la respiración.
  7. La respiración se irá haciendo de forma natural más lenta y profunda.
  8. Para salir de esta práctica, hazlo poco a poco, abre los ojos, mueve un poco las manos, lo pies, las piernas o estírate si es lo que te apetece hacer.