Terapia Familiar. ¿En qué consiste?

23 Sep, 2024

Cuando hablamos de “terapia” la imagen que se nos hace presente de forma automática es la de un terapeuta y su paciente. Por eso, hablar de terapia familiar puede resultar desconcertante. Porque en la terapia familiar se trata de que quien acuda a terapia no sea una persona individual, sino la familia en su conjunto. 

Pero, ¿por qué puede resultar conveniente que sea la familia quien acuda a terapia?

Cuando en una familia hay problemas interpersonales entre sus miembros, es posible que se estén dando en su seno dinámicas disruptivas que afectan a la familia como un todo y que por ello acaban afectando a sus miembros de forma individual. Quizá la primera impresión que tengan dentro de la propia unidad familiar no sea tan clara, siendo habitual que vean que el “problema” no es de “su familia” sino de “un miembro concreto” que es el problemático o el que necesita ayuda. 

Percibir que no solo hay “problemas” en ese miembro concreto de la familia” es entender que no existen problemas aislados del contexto. Sino que los problemas se dan en el contexto de las interacciones familiares, las cuales pueden también ser “problemáticas”. 

Para qué sirve la terapia familiar

Así, la primera respuesta es la de resolución de conflictos, por un lado ayudando a resolver los conflictos existentes dentro del núcleo familiar. Y por otro, mejorando la comunicación entre los miembros de la familia, facilitando la comprensión mutua y la cooperación, reduciendo la tensión y los malentendidos. 

Otro de los campos más importantes de la terapia familiar es el trabajo relacionado con el funcionamiento familiar, tratando de hacer modificaciones en la estructura y el funcionamiento de la familia que permitan establecer roles claros y límites saludables, al tiempo que se pueda fortalecer la cohesión y la flexibilidad familiar, permitiendo a los miembros apoyar mejor a cada uno. 

En otros casos, la terapia familiar es muy conveniente en situaciones de crisis (como duelos, divorcios, problemas económicos, enfermedades graves,etc). O para trabajar problemáticas concretas (adicciones, violencia doméstica, problemas de comportamiento en niños o adolescentes, enfermedad mental de unos de sus miembros).

¿Desde dónde se tratan?

Todas estas áreas son tratadas por la terapia familiar desde diversos modelos (APA, 2024) cada uno con su enfoque teórico y práctico distintivo. Desde la terapia Sistémica, que ve a la familia como un sistema en el que cada miembro afecta y es afectado por los demás. Hasta la terapia Cognitivo-Conductual Familiar, que combina técnicas cognitivas y conductuales para modificar patrones de pensamiento y comportamiento en la familia. Pero la terapia familiar no se queda sólo en estas grandes corrientes, siendo cada vez más habitual encontrar terapia familiar incardinada dentro de las escuelas de tercera generación, como la Terapia Focalizada en la Emoción de Greenberg o la Terapia Familiar Mentalizadora de Fonagy. 

En todo caso, ¿de qué se habla en la terapia familiar?

La temática se puede sistematizar en cuatro grandes áreas (NIHM, 2024): la primera las dinámicas familiares, la segunda los patrones de comportamiento, la tercera la historia familiar y la cuarta, las estrategias de afrontamiento (tanto las fallidas como las exitosas). 

Desde las dinámicas familiares se trata de explorar las interacciones entre los miembros de la familia y cómo estas afectan los problemas presentados. También se trata de evaluar patrones de comunicación, roles y expectativas dentro de la familia. 

Con los patrones de comportamiento se trata de identificar los disfuncionales o problemáticos, con el fin de modificar conductas y actitudes que contribuyen a los conflictos o problemas. 

Revisando la historia de la familia se pretende entender las dinámicas presentes como fruto de vivencias familiares intergeneracionales, donde los valores y los eventos significativos del pasado generacional como de la propia familia están influyendo. 

 

Terapia familiar y TLP

Uno de los aspectos cada vez más aceptados en la investigación científica es que son las relaciones interpersonales de las primeras fases de la vida las que modelan la mente y el desarrollo estructural del cerebro. Es decir, es en el seno de la familia donde esas experiencias tempranas modelan y moldean nuestro neurodesarrollo. En concreto, parece que la comunicación emocional puede ser el medio primario mediante el cual estas experiencias tempranas repetidas en nuestros primeros años de vida modelan la mente en desarrollo (Siegel, 2007). Por todo ello, la familia aparece como una diana crucial en la que trabajar para el correcto desarrollo del niño. Y dado que las experiencias interpersonales presentes siguen facilitando el desarrollo a lo largo de toda la vida, la familia “en el presente” sigue siendo un campo fundamental en el que actuar para generar dinámicas favorecedoras del sano desarrollo del yo de cada uno de sus miembros. 

 

Conclusión

Por eso, hay que entender que la terapia familiar no debe ser una terapia para tratar el TLP, sino para tratar las disrupciones familiares en un contexto en el que puede haber algún miembro diagnosticado con TLP. No se trata, por tanto, de poner el foco en el paciente diagnosticado, sino en la familia como unidad que necesita resolver problemas que afectan a todos los miembros y repercuten en todos los miembros. Indudablemente. Dado que las áreas sintomatológicas en el TLP (APA, 2014) afectan tanto a las relaciones interpersonales, inestables e intensas (criterio diagnóstico 2), así como a la afectividad inestable, en la que puede haber una ira inapropiada e intensa (criterios diagnósticos 5, 6 y 8) es posible que la familia concreta presente unas dinámicas disruptivas y severas. Estas dinámicas pueden no aconsejarse trabajar terapéuticamente con todos los miembros de la familia en la sesión de terapia familiar. Pero esta valoración debe ser realizada, en todo caso, por un terapeuta experto. 

No obstante, sea con todo los miembros de la familia, o con algunos de ellos, la terapia familiar es un tipo de terapia que puede resultar efectiva en aquellas familias que presentan algún miembro diagnosticado con TLP. Trabajar aspectos del funcionamiento familiar diario, resolviendo los conflictos o dinámicas estructurales, las fallas en la comunicación, los roles difusos o ambiguos, etc, puede conllevar cambios favorecedores de un entorno más seguro y tranquilo, que acaba repercutiendo positivamente en el familiar con TLP. 

 

Bibliografía

  • American Psychological Association,(2024) Family Therapy (https://www.apadivisions.org/division-43/index)
  • National Institute of Mental Health. (2023). Family Therapy (https://www.nimh.nih.gov/health/topics/psychotherapies) 
  • American Psychiatric Association, (2014). DSM-5: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. 
  • Siegel, D. (2007). La mente en desarrollo. Desclee de Brower. Bilbao.

Acerca del autor

César Fernández-Uribarri

César Fernández-Uribarri

Psicólogo en AMAI TLP - Nº Colegiado: M-35056

Psicólogo sanitario experto en terapia integradora, trauma y apego. Especialista en EMDR y con formación y una dilatada experiencia en problemática Familiar y de Pareja ámbito en el que ha dedicado más de 20 años.

Únete para recibir notificaciones sobre eventos y noticias