Terapia Breve Estratégica

9 Mar, 2023

Hoy hablamos sobre la Terapia Breve Estratégica; ¿En qué consiste?, ¿Es eficaz? y ¿Qué características tiene?.

Historia de la Terapia Breve Estratégica

El primer modelo de Terapia Breve Estratégica (TBE) fue formulado por un grupo de científicos en el Mental Research Institute de Palo Alto, quienes elaboraron un modelo con resultados bastante exitosos que podía ser utilizado en el tratamiento de una gran variedad de trastornos. Este grupo de investigación comprobó que existía una necesidad real de, por un lado, interrumpir las soluciones (sin resultados) intentadas por los pacientes para resolver los problemas y, por otro lado, de reorganizar las mismas para romper con la persistencia de la problemática (Nardone y Portelli, 2007).

¿Qué es la Terapia Breve Estratégica? ¿Cuáles son sus objetivos?

La TBE es un enfoque que tiene como objetivo general: resolver problemas de elevada complejidad para los seres humanos mediante soluciones teóricamente sencillas. Estos problemas pueden generar una interferencia tanto para las propias personas como para las que se encuentran en su entorno. Esta intervención está dirigida a la reducción o desaparición de la sintomatología y, por otro, a la modificación de la percepción que tiene la persona sobre sí misma, sobre los demás y sobre el mundo (triada) (Pérez & Rodríguez, 2010). De igual forma, trata de fomentar la autoeficacia del sujeto para alcanzar el cambio ya que, cuanto mayor sea la sensación de eficacia y de competencia en el paciente, más motivado estará para alcanzar estas metas y, por tanto, mayor será la probabilidad de obtener resultados positivos con la terapia. Por tanto, en cierta medida, trata de empoderar también a la persona para poder afrontar situaciones controvertidas que
puedan surgir en el futuro (Castillo et al., 2018).

 

Características de la Terapia Breve Estratégica

En primer lugar, es preciso señalar que esta terapia genera cambios terapéuticos en cortos periodos de tiempo (incluso en aquellos trastornos más arraigados o persistentes) (Pérez & Rodríguez, 2010), entendiendo y enfocando estos cambios al alivio del malestar en la persona, restablecimiento del desequilibrio y alcance de los objetivos prefijados (Castillo et al., 2018).
Además, defiende el hecho de que las personas tengan problemas que, a priori, puedan parecer bastante complicados y, además, hayan sido persistentes, no significa que las soluciones que se tengan que poner en marcha tengan que ser largas y complejas. De hecho, la TBE, como su propio nombre indica, es una intervención breve y focalizada (Pérez & Rodríguez, 2010; Castillo et al., 2018).

Es preciso remarcar que en este tipo de terapia no se da importancia a las causas ya que se considera imposible intervenir sobre las mismas (es decir, el origen de la problemática es generalmente obviado). Sin embargo, se presta atención al mantenimiento del problema en la situación presente (Pérez & Rodríguez, 2010).
Por último, otro aspecto fundamental es que la valoración de los resultados, para comprobar la magnitud de cambio y el beneficio de la terapia, se va realizando a lo largo de las distintas fases de la terapia (no al final como suele hacerse en el caso de los programas de intervención más tradicionales) (Pérez & Rodríguez, 2010). Lo que se espera es que, en la medida en que se produzca un cambio (y, por tanto, una mejora) a nivel perceptivo, se producirá una modificación en las reacciones que, a su vez, modificará la conducta y la cognición (Castillo et al., 2018).

 

¿Qué aspectos importantes debe tener un/a psicólogo/a?

Para alcanzar los objetivos mencionados anteriormente, es importante que el psicólogo o la psicóloga centre su atención en tres aspectos. En primer lugar, debe tener en cuenta el grado de disfuncionalidad que está generando la conducta problemática en el sujeto. En segundo lugar, la forma que tiene este de relacionarse con la realidad (Pérez & Rodríguez, 2010). Y, por último, el profesional debe identificar cuáles son las habilidades del paciente que podrían favorecer su desarrollo (Castillo et al., 2018).

¿Es eficaz la Terapia Breve Estratégica en el Tratamiento de Trastornos Psicológicos?

La TBE ha demostrado empíricamente su eficacia en una gran variedad de trastornos como, por ejemplo, los trastornos de ansiedad, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos depresivos, trastornos sexuales, problemas de pareja y problemas de la infancia y adolescencia (Pérez & Rodríguez, 2010).

Bibliografía

  • Castillo, M., Brito, A. I., & Vargas, R. (2018). Enfoque Breve Estratégico: un camino simple y efectivo para solucionar problemas complejos. Revista de psicoterapia, 29(110), 257-271.
  • Nardone, G. y Portelli, C. (2007). Conocer a través del cambio. Terapia estratégica evolucionada. Barcelona: Herder.
  • Pérez, C. & Rodríguez, P. (2010). Entrevista a Giorgio Nardone. Terapia breve estratégica: una realidad inventada que produce efectos concretos. Clínica Contemporánea, 1(1), 61 – 66.

 

– Artículo escrito por Soledad Hermosilla (Psicóloga en prácticas)

Acerca del autor

AMAI TLP

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AMAI TLP, es la Asociación Madrileña de Ayuda e Investigación al Trastorno Límite de la Personalidad.

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