Rigidez Mental y Trastorno Límite de la Personalidad

18 Oct, 2023

Hoy hablamos sobre el concepto de Rigidez mental y su relación con un diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad

Antecedentes

Culturalmente se valora a la persona que tienen pensamientos firmes, ideas fijas, que mantiene rutinas disciplinadas, ordenado, con la voluntad y la capacidad de perseverar, de continuar con lo que se ha empezado, y no perder la meta hasta alcanzarla; es gente con personalidad, e incluso muchas veces hemos deseado ser como ellos .Sin embargo, en ocasiones podemos caer en una rigidez mental que entorpece nuestra vida y nuestros deseos. Como todo, las cosas deben estar equilibradas en su justa medida y debemos saber discriminar cuando esa firmeza, se convierte en un obstáculo para nuestro crecimiento personal.

 

¿Qué es la rigidez Mental?

La rigidez mental es una característica que está presente en las personas con diagnóstico de los trastornos de personalidad y en muchas ocasiones son la base de pensamientos obsesivos que buscan controlar la ansiedad. Pero, ¿Qué entendemos por rigidez mental? . Es un patrón cognitivo que hace a la persona ver una opción para cada ocasión, de manera fija y estable, es una repetición mecánica de los comportamientos y pensamientos, sobre una situación, es un fuerte arraigo a ciertas creencias. Cuando esta forma de ser se hace más frecuente e intensa puede causar conflictos interpersonales y malestar general.

Nos recordamos de la frase famosa que señala que si hacemos siempre las mismas cosas obtenemos siempre los mismos resultados, cuántas veces hemos intentado solucionar un problema varias veces de la misma forma y no hemos tenido resultados. Si no aprendemos a barajar más opciones y abrir un poco más nuestra mente a más ideas, nunca aprenderemos a solucionar ese problema, ya que nos aferramos a solo una forma de afrontarlo.

 

¿Qué implicaciones tiene?

El fenómeno se complica, cuando también forzamos a las personas de nuestro alrededor a seguir los mismos caminos que hemos elegidos nosotros. Cuando no podemos controlar las elecciones de los demás, nos provoca angustia, porque son opciones que no valoramos y nos parecen erróneas. Con el paso del tiempo, cuando estamos más tranquilos, aprendemos escuchar las propuestas de los demás, propiciando que la idea que teníamos en nuestra cabeza se transforme y de paso a la modificación de los esquemas. Es un proceso natural de cambio, de crecimiento, de desarrollo que hace que no seamos siempre la misma persona.

La rigidez mental nos pondrá muchas trabas en nuestro camino. Nuestra vida está en constante cambio, debemos de ser capaces de valorar y analizar cada problema en su circunstancia y tener la mente abierta. Las personas rígidas sufren de ansiedad de forma constante, la dificultad de adaptación es el principal responsable. El perfeccionismo, y las obsesiones o ideas recurrentes e inflexibles van a hacer que la persona a lo largo del día presente unos niveles de ansiedad muy por encima de la media. Ansiedad que en muchos casos se acaba manifestando de forma física mediante las somatizaciones, cefaleas, dolores estomacales, dermatitis, disfunciones sexuales…

Otra cara de la misma moneda, es la ansiedad que genera la poca tolerancia a la incertidumbre o a la ambigüedad.

En estos escenarios las personas que muestran ser rígidos mentalmente necesitan controlar la situación, disponer de toda la información posible, y una reafirmación y certeza constante que reduzca la indefinición. En caso de no tenerla, es una situación que le genera mucha incomodidad, ansiedad, angustia, que puede propiciar actos impulsivos e incluso explosiones de ira.

 

¿Porqué es producida?

La rigidez mental es producida muchas veces por las dificultades de adaptación, la falta flexibilidad para encajar en los diferentes contextos o situaciones. Esto se extiende a la incapacidad de tener en cuenta o no saber tener en cuenta otros modos de pensar, valores, ideas, creencias o dificultad de asumir el punto de vista de los demás. Las personas rígidas, se vuelven dogmática, autoritarias, impositivas, y le cuestas abrir la mente, valorar más opciones que la suya propia.

Esto nos hace pensar que la rigidez está muy relacionada con la empatía y en general con la interacción social. Las personas rígidas presentan muchas dificultades para llegar a acuerdos comunes, y en muchos casos buscan demostrar que su idea es la mejor y a que todos los demás estén de acuerdo, se convierte en una idea recurrente e incluso en algunos casos obsesiva, y frecuentemente entra en conflictos produciendo rechazo. En los casos extremos estas personas exigen, amenazan, y se enfurecen cuando los demás no son capaces de entender y confirmar la propia forma de pensar. La rigidez mental es una de las principales fuentes de ira, las personas rígidas toleran muy poco los cambios de planes, los errores, o todas aquellas faltas que vayan en contra de sus principios morales tan dogmáticos. La empatía, gracias a ella, nos podemos poner en el lugar del otro y comprender el por qué de sus actos más allá de unas normas de conducta que nos deben regir.

 

Algunos objetivos terapéuticos que se proponen en consulta son los siguientes:

  • Rebajar la autoexigencia y tolerar el descanso mental y físico.
  • Aprender a disfrutar de las actividades que se realizan.
  • Ser más compasivo con uno mismo y aprender a perdonarse.
  • Aprender a flexibilizar.
  • Conocer y aceptar las propias limitaciones.
  • Practicar la tolerancia con los demás y la comprensión.
  • Aceptar los errores como parte de la vida y como una oportunidad para crecer.
  • Concebir otra forma de ver el mundo y los demás.

Bibliografía

Acerca del autor

Octavio Finol

Octavio Finol

Psicólogo en AMAI TLP

Psicólogo clínico doctorado en fundamentos y desarrollo psicoanalítico con master en Psicoterapia psicoanalítica. Especialista EMDR en intervención en Trauma de nivel I y II. Colaborador de diversas asociaciones que favorecen la inclusión social en poblaciones vulnerables.

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