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El Retiro es el parque más emblemático de Madrid pero también un desconocido en muchos aspectos, nos hemos acostumbrado a pasear sin ver mas allá de lo que habitualmente miramos.
La otra tarde, el grupo de AMAI, nos encontramos para ver El Retiro desde una óptica diferente, los árboles, parece una tontería ir a mirar árboles a un parque pero sorprende la cantidad de cosas que nos ocultan. Los hay centenarios, como el ciprés calvo, que vino desde Méjico, (dicen que su abuelo conoció a Cortés), sobrevivió a la Guerra de la Independencia y ahora nos mira desde las alturas cambiando las hojas cada dos años; también tenemos tejos, el árbol sagrado de los celtas, de fruto tóxico, utilizado por los druidas para sus pócimas.

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[bctt tweet=»Más humildes los plátanos de sombra o los castaños de indias, de cuyo fruto viene la palabra castañazo.»]

A veces es la mano del hombre la que modifica los árboles, cipreses de formas caprichosas, laureles irreconocibles si no fuese por el inconfundible aroma de sus hojas y parterres bordeados por boj, el arbusto del que durante años surgieron las cucharas de palo, antes de la llegada del plástico y los chinos. Siguiendo el recorrido aparecen tilos, de los que se saca la tila, vieja conocida de todos o el árbol del amor, repleto de flores fucsias, incluso en su tronco y los pobres pinos negros, que por ser tan altos y tan rectos casi se extinguen para hacer nuestra armada invencible, hubiese sido mejor para todos dejarlos tranquilos en sus sierras.

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Como la tarde amenazaba lluvia fuimos acelerando el paso, viendo chopos, abetos, acacias y llegando a la estatua del Ángel Caído, que parece ser que no es el único monumento al demonio, pero seguro que es la única que está a 666 metros de altura sobre el nivel del mar.
Llover no llovió, pero sin sentir la tarde avanzaba y después de casi tres horas empezábamos a estar un poco cansados, a pesar de eso no pudimos evitar ver una pequeña réplica de los pantanos de Florida en el lago del Palacio de Cristal, por último cruzamos la antigua casa de fieras para tomar algo en la cafetería El Retiro, decorada con fotos antiguas de nuestro aún desconocido parque.

AMAI TLP

AMAI TLP, es la Asociación Madrileña de Ayuda e Investigación al Trastorno Límite de la Personalidad.