Gracias a la empresa Madrid en Ruta Madrid podemos disfrutar de ofertas y experiencias que pueden resultar magnéticas porque nos descubren una ciudad que vemos a diario pero no disfrutamos. Una de estas apasionantes propuestas es adentrarnos en el Madrid de los Austrias a modo de gymkana; así aunamos cultura y diversión de una vez. ¿Alguien da más?.
Nuestro recorrido comienza en la plaza de Oriente, junto a la estatua a Felipe IV, a partir de ahí y gracias a unas cuantas pistas que nos van explicando nuestra historia a modo de verso damos una vuelta aprendiendo entre jardines y esculturas las historias de reyes y reinas, con el palacio real siempre de fondo. Desde aquí, poco a poco vamos avanzando hasta la catedral de la Almudena en la que deberemos averiguar quién fue el diseñador de los ángeles que custodian la puerta principal. ¡Si tu sabes quien el diseñador, tuitealo ahora!.
[bctt tweet=»El diseñador de los Ángeles que custodian la puerta principal de la Almudena es:…»]
Continuando con nuestra ruta hacemos una parada en el edificio de la sede de Capitanía general para contemplar los frescos que adornan su fachada en busca de nuevas pistas que nos conduzcan hasta la plaza de la cruz verde, antigua plaza en la que se llevaban a cabo las ejecuciones en tiempos de la inquisición. En esta pequeña plaza destaca la presencia de la fuente de siete caños con una escultura de la mitológica diosa Diana cazadora.
Fuente de los siete caños con Diana cazadora
Nuestros pasos continuarán hasta la calle Segovia, que cruzaremos para subir por la Plaza de la paja. En esta empinada e irregular plaza se concentraba la actividad comercial de la corte. Aquí se sitúa el palacio de los Vargas y culmina la plaza la capilla del obispo adosada a la iglesia de San Andrés que rodearemos hasta llegar al jardín del Príncipe de Anglona.
Jardín del Príncipe de Anglona
Pero no nos detengamos, que todavía queda camino y adentrémonos en la majestuosa Plaza de la Villa para contemplar la torre de los Lujanes, la plateresca casa de Cisneros, la casa de la Villa, antigua sede del Ayuntamiento de Madrid y la figura de Don Álvaro de Bazán esculpida por Mariano Benlliure y en la que podremos leer los versos que le dedicó Lope de Vega al marino.
Antiguo Ayuntamiento de Madrid
El fiero turco en Lepanto,
En la tercera el francés,
Y en todo mar el inglés,
Tuvieron de verme espanto.
Rey servido y patria honrada
Dirán mejor quién he sido
Por la cruz de mi apellido
Y con la cruz de mi espada
Álvaro de Bazán
Finalizamos nuestra ruta en la Plaza de Ramales lugar donde se situaba la iglesia de San Juan Bautista y en la que fue enterrado el pintor de la corte Diego Velázquez, más concretamente en la capilla de la orden de Santiago, los restos del pintor de Las Meninas se perdieron cuando José Bonaparte, hermano del emperador francés, mandó derribar la iglesia. Como recuerdo al edificio y el artista se eleva una columna con la cruz de Santiago.
Plaza de Ramales
Un momento, teníamos una hora para hacer todo el recorrido y descubrimos que con las prisas nos habíamos dejado una parada sin visitar. Corriendo debíamos localizar el convento de la Encarnación y cuando llegamos nos encontramos en su fachada uno de los motivos más curiosos y divertidos que nos habíamos encontrado en nuestro viaje, un letrero que avisaba de la prohibición de evacuar. El siglo de oro fue uno de los más importantes de nuestro país si hablamos de cultura. En las letras los enemigos Góngora y Quevedo o el ya mencionado Lope. Los pintores Murillo, Zurbarán y el Greco van unidos a Velázquez como algunos de los grandes exponentes de las artes plásticas. Pero a pesar de su dorado nombre, Madrid debía oler a alcantarilla puesto que los desechos iban a parar a la calle al grito de `¡Agua va!’.
Pronto os contaremos más…
