Por: David Heche
Levantarse de la cama, asearse, preparar el desayuno y arreglarse para enfrentarse al día. Rutinas que todo el mundo tiene mecanizadas y hace sin darse cuenta. Pero ¿Dónde queda esta rutina en los afectados?Muchas veces no hay una rutina, porque el simple hecho de levantarse de la cama supone un esfuerzo titánico. La depresión vacía la mente para llenarla de oscuridad y tristeza y al no encontrar motivos realmente satisfactorios para despertar, la frustración aumenta aplacándonos aún más. Yo lo llamo la picadura de la bicha, un mordisco que paraliza y deja sin conciencia ni consciencia.
Pero analizado esto de alguna manera nos damos cuenta de que se ha convertido también en una rutina, una rutina envenenada que puede llevar a la relajación dentro de una falsa e incómoda zona de confort. En mi caso y en el de los que me rodean en AMAI establecemos costumbres asistiendo todas las mañanas a los talleres. Esto nos sirve para salir de la cama, de casa y enfrentarnos al mundo. Pero también somos conscientes que es muy bueno romper con ella y todos los meses nos tiramos a la calle para hacer estas actividades que os voy contando. Es una forma distinta de organizarnos, tomar las riendas, sentirnos independientes y poner en funcionamiento la proactividad.
La última salida del taller de habilidades cognitivas trataba de hacer un tour fotográfico y retratar las zonas, que a nuestros ojos, son las más atractivas de la ciudad. Ésta vez le tocaba el turno a Mónica, pero por causas de fuerza mayor no pudo acudir a su salida, así que decidimos esperarla y modificamos los planes
En el Círculo de Bellas Artes ahora se exponen tres colecciones del festival PHotoEspaña. Nosotros vimos dos. La de la fotógrafa mexicana Lola Álvarez Bravo y la granadina Ana Casas Broda. La primera documenta escenas de la vida cotidiana en México que siendo una exposición interesante a nosotros nos dejó fríos y con esto no quiero decir que no nos gustara porque tiene fotografías realmente bonitas y en cada una hay algún motivo que llama la atención. A mí me gustaron especialmente los tres retratos que le hizo a su amiga Frida Kahlo, siempre he querido visitar la casa azul en la que vivió la pintora. Frida fue y aún lo es una mujer muy interesante con un carácter fuerte y muy valiente.
La exposición de Ana Casas Broda es bestial. Bajo el título Kinderwunsch nos muestra lo que ha significado para ella la maternidad. Las fotografías impactan y van acompañadas de textos poéticos que ponen los pelos de punta. Desde infructuosos procesos de inseminación, el parto, la alteración del cuerpo de la mujer, hasta momento de máxima intimidad con sus hijos.
Finalizamos la mañana subiendo a la azotea del círculo, un lugar icónico desde donde se observan las azoteas y por supuesto el cielo de Madrid.
Calle de Coslada, 7 – Bajo | 28028 – Madrid