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El autocuidado, palabra de moda en el mundo de la autoayuda. Pero, ¿Qué significa?

El autocuidado emocional se puede definir como priorizar nuestras necesidades  emocionales sobre las de los demás (pareja, hijos, familia, trabajo). Tenemos que  considerar que, en las relaciones íntimas a largo plazo, no hay yo sin el otro. El  cuidado personal resulta bastante difícil cuando estás soltero, pero cuando estás en una relación, es aún más complicado porque eres parte de un sistema.  Somos interdependientes de nuestras parejas en la mayoría de las áreas de nuestra  vida, incluido el cuidado personal. Así pues, no habría autocuidado sin la participación  del otro. Sí, no hay autocuidado sin el apoyo de otra persona. 

Las emociones, que son una fuente primaria de energía y motivación, se componen  de varias partes constituyentes. Estas incluyen el comportamiento, el pensamiento, la  fisiología y la espiritualidad, y el significado.  

 

Legitimar las emociones 

Consiste en justificarlas, aceptarlas como verdaderas y auténticas en la persona que  las está viviendo o expresando. Las emociones no las podemos cambiar, así que no  debemos intentarlo, ya que nos frustraremos. Todo lo que sentimos es legítimo, por  tanto, todas las emociones han de ser respetadas y aceptadas como verdaderas y  nunca se deben juzgar. Se puede juzgar o criticar una conducta, pero jamás una  emoción o un sentimiento. Esto no quiere decir que pueda expresarla siempre en el  momento que la experimento. 

Aprender a regular las emociones 

Es importante que aprendamos a manejar las emociones, de tal manera que su mala  regulación no nos suponga consecuencias desagradables o problemas. Dos pilares  básicos de la regulación emocional son la tolerancia a la frustración y el autocontrol.  Que las emociones han de ser gestionadas significa tanto las emociones agradables  como las desagradables. En caso de que no seamos capaces de regularlas, puede  derivar en algún trastorno o dificultad. La tristeza mal gestionada nos puede llevar a  la depresión. Lo mismo ocurre con la rabia que llevada un extremo se convierte en  violencia. Cuando un miedo es exagerado decimos que se tiene una fobia. Una mala  regulación de la alegría puede desembocar en un trastorno maniaco y de la curiosidad  en un trastorno obsesivo compulsivo.

Estrategias para ejercer una disciplina emocional 

Todos los componentes de una emoción se pueden aislar y extraer para obtener  información sobre nuestra experiencia emocional. Además, sirven como vías para  ejercer una disciplina emocional. 

La estrategia central implica dar unos pasos simples cada vez que tengamos un  encuentro emocional significativo. 

  • Causa: Identificar el problema o evento que provoca una determinada emoción.  ¿Cuál es la causa de los sentimientos que estoy experimentando actualmente  en la situación? 
  • Cuerpo: Escanear mi cuerpo e identificar la ubicación e intensidad de las  reacciones físicas que mis emociones están causando. ¿Dónde siento la  sensación física de ira? Calificar la sensación física como agradable o  desagradable. 
  • Mente: Identificar los pensamientos que acompañan a las emociones y las  creencias que las apoyan. ¿Qué pensamientos evocan las emociones que  siento? Revisar el diálogo interno en el que estoy involucrado conmigo mismo  y las imágenes mentales que atraviesan mi mente.  

Tal vez estés atrapado por la ansiedad antes de dar una charla. Puedes estar  pensando: “Voy a hacer el ridículo; esto va a ser vergonzoso”. La creencia  nuclear podría ser algo como: “No soy un buen orador”. 

Reencuadre mental 

Al cambiar la forma en que ves algo, es posible convertir los reveses en oportunidades  de éxito. Cuando te encuentres en una situación emocional difícil, concéntrate en las  oportunidades que contiene, así como en los riesgos. Una discusión, por ejemplo,  brinda la oportunidad de aprender algo sobre las relaciones y las diferentes formas en  que las personas ven las cosas. 

 

Bibliografía

  • Guerrero, R. “Educación emocional y apego”. Planeta, Barcelona. 2018.
  • Brackett, M. “Permiso para sentir. Educación emocional para mayores y  pequeños con el método Ruler”. Planeta-Diana, Barcelona. 2020.
Jorge Domínguez

Jorge Domínguez es Psicólogo General Sanitario. Licenciado en Psicología clínica por la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid. Posee un Máster en Psicooncología por la UCM y un Posgrado en Terapia Gestalt por la Asociación Española de Terapia Gestalt. Es Terapeuta EMDR por la Asociación EMDR España. Y tiene formación en Técnicas proyectivas. Ha desarrollado su trabajo en el ámbito de la intervención psicológica con discapacidad intelectual, cuidados paliativos, orientación y formación en distintos organismos de enfoque psicosocial. Posee más de 19 años en diversos centros privados y públicos de la Comunidad de Madrid.