La tristeza y muchas emociones más influyen en nuestras vidas y así lo recordé hace poco que he vuelto a ver Inside Out (Del Revés en España, Intensa-Mente en América Latina), la película del estudio de animación de Pixar en la que nos cuentan la historia de Riley y la de los cinco personajes que manejan el cuadro de mandos alojado en su cerebro.
Alegría, Tristeza, Miedo, Asco e Ira son las emociones primarias de todos los seres vivos –además de la sorpresa, que no tiene papel en la película ya que según los creadores, decidieron no hacerla aparecer al ser la emoción más corta y aparecer de forma puntual para dejar paso a las otras– pero en este post quiero centrarme en Tristeza y en el papel que ella juega en nuestras vidas.
Dos de los principales problemas dentro del Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), como ya conocemos, son la depresión y la intolerancia a la frustración, así que el trabajo para esta reeducación emocional en la terapia es fundamental. Todos estamos de acuerdo en que la tristeza es incómoda, muy desagradable. No nos gusta estar tristes y creemos que solo sirve para hacernos la vida imposible; nos empeñamos en espantarla o encerrarla en un círculo estrecho sin darnos cuenta que, al igual que Riley en la película, la agudizamos deprimiéndonos más debido a la frustración que esta acción nos produce.
La película nos habla de la importancia del duelo que hay que guardar en períodos transicionales, en este caso el que se produce de la infancia a la pre-adolescencia (y una mudanza a otra ciudad). Esta es una etapa complicada en la que todo se desmanda a nivel físico y psicológico y durante el viaje del héroe que emprenden Alegría y Tristeza nada se pone en orden hasta que Tristeza toma las riendas de la situación porque Alegría se da cuenta que es el momento de hacerse a un lado.
Por eso no escondas tus emociones ni trates de evitarlas, si tienes que quejarte o llorar, hazlo: es bueno. Significa que algo está sucediendo y es la manera que tu mente tiene de advertírtelo, pero trabaja con tu terapeuta el control de estas emociones para que ninguna te domine. Y piensa que hasta la persona más optimista de vez en cuando también se entristece o pasa algún miedo que cree que no podrá superar.
