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Llamamos comorbilidad a la aparición de dos o más enfermedades o trastornos
que afectan a una persona de manera simultanea; es decir, a la vez o bien uno seguido del
otro. Un ejemplo de comorbilidad podría ser la presencia del Trastorno Límite de la
Personalidad de manera simultanea con otras enfermedades médicas, síndromes o
patologías, como por ejemplo los Trastornos de la Conducta Alimentaria.


Por un lado, nos encontramos que el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)
se caracteriza por un estado de ánimo cambiante, el esfuerzo por evitar ser abandonado o
rechazo, relaciones interpersonales inestables, conductas autolesivas o amenazas de
suicidio, autoimagen insegura, sentimientos crónicos de vacío, dificultades para controlar
la ira, ideación transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves.

Por otro lado, dentro de los Trastornos de la Conducta Alimentaria y de la ingesta
de alimentos (DSM 5), se encuentra la Bulimia Nerviosa (BN). Esta patología se
caracteriza por episodios de descontrol alimentarios. En estos episodios la persona lleva
a cabo una ingesta excesiva e incontrolada de grandes cantidades en un período corto de
tiempo. Esto provoca sentimientos de culpabilidad y vergüenza, y que, para eliminarlos,
la persona se ve obligada a llevar a cabo conductas compensatorias y/o purgativas.

La comorbilidad entre estas dos patología aparece con mayor frecuencia en
mujeres que en hombres. Las personas que presentan ambas patologías tienen
componentes impulsivos, irritabilidad, alteración de la autoimagen, tendencias
autolíticas, desesperanza y síntomas depresivos por las vivencias del descontrol
alimentario así como han podido tener alguna experiencia traumática sexual en el pasado.
Con esto no queremos decir que las personas que han sufrido un abuso sexual en su
infancia vayan a desarrollar una BN o un TLP; al igual que tampoco quiere decir que las
personas que tienen TLP y BN hayan sufrido abusos sexuales.

Pero ¿cómo se relacionan el TLP y la BN? La asociación entre el TLP y la BN se
puede entender de tres maneras: 1) el trastorno de la personalidad predispone a la BN, 2)
el TLP es una consecuencia de la BN o 3) ambos cursan de forma simultánea. En los tres
casos el pronóstico terapéutico se hace más complejo si, además, hay un consumo o abuso

de alcohol o drogas en un intento de controlar los atracones. Esto daría lugar a un
pronostico más complejo y a una mayor tendencia a la cronicidad dado que los pacientes
con BN y los que se ven afectados por el TLP tienen una tendencia a ser más impulsivos,
a tener un autocontrol bajo, conductas autolesivas y una mayor tendencia a abandonar el
tratamiento, ya que suelen buscar soluciones inmediatas a la resolución de sus problemas.

AMAI TLP

AMAI TLP, es la Asociación Madrileña de Ayuda e Investigación al Trastorno Límite de la Personalidad.