Trastorno Límite de la Personalidad y Fibromialgia

16 Dic, 2021

En este artículo hablaremos sobre la fibromialgia y la relación con algunas enfermedades o trastornos mentales, y en especial su relación con el Trastorno Límite de la Personalidad

¿Qué es la fibromialgia?

La fibromialgia es un trastorno crónico que afecta en el cuerpo causando dolor en los músculos, en los ligamentos y en los tendones, fatiga y otros síntomas.

Es característica por causar dolor muscular y esquelético y por causar dolor al presionar en puntos específicos del cuerpo. Las personas que padecen esta condición suelen ser más sensibles al dolor que aquellas que no la padecen. A esto se le conoce como la percepción anormal del dolor. El dolor causado por la fibromialgia es similar al originado en las articulaciones. Pero no es una enfermedad articular.

Además de dolor, la fibromialgia puede ocasionar rigidez generalizada, y/o sensación de hinchazón e irritación indeterminada en las manos y los pies. También suelen notarse hormigueos poco definidos que suelen afectar de forma difusa especialmente a las manos.

¿Cuáles son los síntomas de la Fibromialgia?

Los síntomas más frecuentes de la fibromialgia son:

  • Dolor y rigidez en todo el cuerpo.
  • Cansancio/fatiga.
  • Hormigueo en manos y pies.
  • Depresión.
  • Ansiedad.
  • Problemas de memoria y de concentración, también conocidos como lagunas o niebla mental.
  • Alteración del sueño.
  • Dolores de cabeza/migrañas.
  • Intestino irritable.
  • Dolor en la cara o la mandíbula, incluyendo una condición llamada trastorno de la articulación temporomandibular.

¿A quién afecta?

Esta condición es frecuente, sobre todo en mujeres. La padece aproximadamente de un 2% al 6% de la población. Se desconocen las causas de esta alteración, pero si se conocen algunos factores implicados. Estos factores pueden ser una infección viral o un traumatismo. También se puede desarrollar a partir de otra enfermedad que limite la calidad de vida de las personas, como la artritis o lupus. Aunque la fibromialgia también suele desarrollarse sin ninguna causa aparente.

Esta condición se puede presentar como única alteración (fibromialgia primaria) o se puede asociar a otras enfermedades (fibromialgia concomitante).

¿Qué relación hay entre la fibromialgia y las enfermedades mentales?

Las personas afectadas por la fibromialgia tienen unas características de personalidad determinadas que no les relacionan con una situación de enfermedad mental psiquiátrica. Pero tampoco con niveles de normalidad absoluta. Predominan grandes niveles de ansiedad, depresión y quejas somáticas. Sin embargo tienen puntuaciones normales en enfermedades como la Manía, la Esquizofrenia o el Paranoidismo. 

Estas características psicológicas hacen más sensibles a los estímulos y mecanismos relacionados con el estrés a las personas que padecen fibromialgia. Los análisis exploratorios realizados descubren que los patrones de personalidad formados por las variables psicológicas Depresión, Ansiedad y Somatización son las que más peso tienen en la calidad de vida de estos pacientes. Y que sin embargo el cortisol no tiene casi influencia sobre esta.

Teniendo en cuenta las relaciones causa-efecto, son muchos los estudios que demuestran que la sensibilización central puede ser causante de los síntomas. Por otro lado, hay constancia de que la condición crónica de síntomas como el estrés, la ansiedad, la depresión o el dolor pueden llevar a una sensibilización central.

Fibromialgia y depresión 

La depresión es un estado de ánimo negativo generalizado, lo que impide que la persona que la padece pueda tener la capacidad y el deseo de enfrentarse ante cualquier situación y ante la vida cotidiana. Si una persona que padece fibromialgia también sufre depresión, su condición dolorosa puede empeorar intensamente.

En la fibromialgia, la depresión suele derivar de varias causas, ya que los pacientes pueden tardar un periodo de tiempo entre la aparición de los síntomas y el diagnóstico, por lo que pasan por una fase de incomprensión, vacío o desesperación. A esto, se le suma la dificultad de vivir la vida cotidiana con normalidad debido a los dolores causados por la fibromialgia. No podemos descartar que sea posible que sean dos procesos independientes que se solapan en el tiempo, por lo que se debe realizar una correcta recolección de los datos.

Fibromialgia y ansiedad

La ansiedad es una respuesta patológica del ser humano ante ciertas situaciones de la vida diaria que se manifiesta en forma de estrés. Esto lleva a sensaciones de malestar e inquietud que se amplían en sus actividades de la vida diaria. Y  que empeora la condición de la fibromialgia haciéndola más dolorosa.

Un estudio centrado en la ansiedad recogió el nivel de ansiedad en pacientes con dolores crónicos, pacientes con fibromialgia, y un grupo de control sin ninguna patología. En este estudio se observa la ansiedad en todos los grupos con dolores crónicos, pero mayor en los pacientes que padecen fibromialgia. Esta relación se ve beneficiada de los programas de reducción de la ansiedad en pacientes con fibromialgia (círculo dolor-ansiedad-tensión-dolor). Ya que los pacientes presentan una mejora en su estado emocional, y también una disminución del dolor.

Fibromialgia e insomnio

El dolor crónico y la depresión que acompaña en ocasiones a la fibromialgia pueden incurrir en los constantes problemas de sueño que desarrollan las personas que padecen fibromialgia. Esto también puede empeorar el pronóstico de la enfermedad.

Para evaluar cómo afecta la fibromialgia al sueño es esencial recalcar que el dolor crónico puede afectar directamente a la capacidad de descansar. Aunque aún se requieren pruebas científicas para poder confirmar esta relación. Pero, se han hallado perturbaciones del sueño en pacientes que tienen algún tipo de dolencia musculoesquelética.

El dolor crónico incide en un mayor estado de alerta, lo que puede explicar la incapacidad de tener un sueño de calidad. 

Ya que esto afecta a la percepción del dolor y la capacidad de reparación de los tejidos musculares, la enfermedad empeora. Por eso, el tratamiento de la fibromialgia tiene como uno de los objetivos regular el sueño para disminuir efectos diurnos como la rigidez y el dolor.

Fibromialgia y Trastorno Psicótico 

Según los estudios “Milton Clinical Multiaxial Inventory-III” y  “Eysenk Personality Questionnaire para Adultos”, no se pudo demostrar trastornos de personalidad en los pacientes que padecen fibromialgia. Pero sí se observan puntuaciones altas en las escalas de patrones básicos de personalidad esquizoide, pasivo-agresivo, compulsivo y dependiente. Así como en la escala paranoide de las escalas de personalidad patológica. Conociendo estos resultados, los autores de los estudios determinaron que los pacientes con fibromialgia necesitan la aprobación y el apoyo de los demás y la buscan de forma pasiva. El estilo esquizoide supone que las personas con fibromialgia tienden a ser solitarias, apáticas, pasivas, distantes en los contactos interpersonales y poco sociables.

En algunos estudios se recalca que el componente pasivo-agresivo en la personalidad de los pacientes provoca un estilo mezclado entre la dependencia y la autonomía personal y el componente compulsivo. Esto ocasiona que los pacientes sean perfeccionistas, prudentes, organizados e indecisos. Esto puede presentar dificultad para relajarse, gran irritabilidad, escasas relaciones sociales, aumento de la irascibilidad y agresividad, pensamiento pesimista y ansiedad.

Fibromialgia y trastornos de la conducta alimentaria

El sobrepeso y la obesidad son muy comunes en personas que padecen fibromialgia. Algunos datos recientes, exponen que el exceso de peso empeora los síntomas propios de la fibromialgia. Ya que se ha probado que el exceso de peso está negativamente relacionado con la calidad de vida y positivamente relacionado con el dolor. Además, se ha comprobado que un alto índice de masa corporal está correlacionado con niveles superiores de dolor y fatiga en las personas con fibromialgia.

Fibromialgia y trastorno límite de la personalidad

Dada la tendencia de las personas con este trastorno a sentir emociones negativas, de angustia o de poca autoestima, algunos estudios dicen que las personas que lo padecen manifiestan pensamientos catastróficos sobre su vida. Estas emociones negativas pueden favorecer a cambios físicos que pueden llegar a contribuir a que la enfermedad progrese.

Los pacientes de fibromialgia con dolor crónico tienen medias más elevadas en la escala de neuroticismo que los controles normales. Y se relaciona negativamente con el umbral del dolor y positivamente con el uso de analgésicos.

Las altas puntuaciones de neuroticismo se asocian con menos satisfacción en la calidad de vida del paciente. Lo que es posible que esté relacionado con sus pensamientos catastróficos. 

La Asociación Americana de Psiquiatría señala que el dolor es, además de una percepción corporal,  una  experiencia  emocional que forma parte del proceso de adaptación

La personalidad se plantea como un factor que aumenta el riesgo para desarrollar fibromialgia. La personalidad es un filtro crucial que cualifica la respuesta de una persona a estresores psicológicos. Esto, está involucrado en la explicación de estos factores de estrés a las respuestas fisiológicas que incitan los mecanismos de la fibromialgia.

Aspectos emocionales de la fibromialgia

Algunos especialistas denominan a la fibromialgia “La enfermedad de las emociones no expresadas”. Para poder tener una buena salir hay que saber equilibrar el pensar, las emociones, las acciones y nuestra forma de comunicarnos. 

No se distingue entre lo mental y lo corpóreo, ya lo que pase en nuestra mente siempre se va a ver afectado en nuestro organismo. Por este motivo los trastornos depresivos debilitan nuestro sistema, mientras que el bienestar expresado a partir de buenos sentimientos como la alegría lo fortalecen.

La fatiga también indica un conflicto de existencia, refugiado o de sentirse solo. Esto significa que el paciente siente que su vida corre peligro.

Los síntomas emocionales suelen estar relacionados, pero no se manifiestan hasta que el dolor físico despierta el empeoramiento del estado del dolor. Sin embargo, el empeoramiento del dolor y de los síntomas psicológicos va ligado en las enfermedades de dolor, especialmente en la fibromialgia. 

En los pacientes con fibromialgia se puede observar una mala gestión de los pensamientos y emociones, ya que la energía que se necesita liberar no se libera mediante acciones o nuestra forma de comunicarnos, por lo que estas emociones o pensamientos se quedan bloqueados y reprimidos en forma de tensión, que acaba manifestándose con el dolor y los síntomas propios de la fibromialgia.

BILIOGRAFIA

  • Revista de la sociedad española del dolor, articulo sobre DEPRESION, ANSIEDAD Y FIBROMIALGIA escrito por  E. Revuelta Evrard, E. Segura Escobar y J. Paulino Tevar.
  • Artículo “¿Cómo afecta la fibromialgia al sueño?”  Escrito por Daniela Echeverri Castro
  • Articulo “Fibromialgia y trastornos de la conducta alimentaria en la obesidad mórbida” escrito por Anna Carnes, Antonio Alcántara, Marta Bueno, Ester Castan, Albert Lecube
  • Artículo “Rasgos de personalidad, estrategias de afrontamiento y dolor en pacientes con diagnóstico de fibromialgia” escrito por Ana Milena Gaviria, Stefano Vinaccia, Japcy Margarita Quiceno, Karolyna Martínez, Mónica Yépez, Caterine Echevarría, Francoise Contreras y Ricardo Pineda
  • Tesis doctoral “Disfunciones biológicas en el eje hipotálamo-hipofisario del síndrome fibromiálgico y su correlación con variables de la personalidad escrita por Sara González Vives.
  • Tesis “Estudio de la asociación entre la fibromialgia y el tipo de personalidad.” Escrita por Fernández Moreno, Aurora María
  • Artículo “Dolor físico y emocional: la fibromialgia” escrito por Dra. Carmen Casanova.

Acerca del autor

Fernando Sánchez

Fernando Sánchez

Coordinador Clínico en AMAI TLP

Fernando es el Coordinador del Equipo Clínico en AMAI TLP, es psicólogo general sanitario. Posee un Máster en Psicología Clínica y Psicoterapia. Pertenece a la Sociedad Española de Psicología Analítica. Es especialista en el tratamiento de de Trauma psíquico y desarrolla Terapia sensomotriz del trauma en el Instituto de Psicoterapia Sensomotriz. Es terapeuta EMDR en la Asociación EMDR España.

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