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Por: David Henche

<<Válgame mis orejas y mis bigotes, qué tarde se me está haciendo>>. Decía el conejo de ‘Alicia en el país de las maravillas’ (Lewis Carroll) mientras corría hacia el palacio de la Reina de corazones, y como en el taller pre-laboral no queremos que os corten la cabeza, un día nos pusimos a fabricar relojes, porque está claro que en esta época frenética la hora y la puntualidad son inevitables y sobre todo símbolo de buena educación.

Nos resulta curioso que con pocos materiales y paciencia seamos capaces de crear unas piezas de restauración y artesanía tan bonitas como las que estamos fabricando un equipo de personas muy sólido, imaginación y mucho talento a desarrollar.

Os cuento como es el proceso:

Cada uno ponemos nuestro granito de arena para que cuando llegue el final todos nos sintamos satisfechos y con muchas ganas de continuar hacia adelante con las mismas fuerzas y realizar otras tareas una vez que hemos descubierto que con tiempo y poco a poco se puede lograr tanta satisfacción.

El equipo nos reunimos antes de comenzar el proyecto y repartimos las tareas. Hablamos del tamaño y del diseño que tenemos en mente. Todas las ideas son siempre bien recibidas.

Una vez puestos de acuerdo nos distribuimos por el taller. Mientras unos se dedican a hacer las mediciones y preparar la madera, (debo decir que somos tan profesionales que ya se producen colas para hacernos con el mando de la sierra de calar y la lijadora); otro equipo es el encargado del diseño. Debaten sobre qué tipos de números son los más adecuados o el color y van preparando los estampados.

Hechos los cortes, ensamblamos y pulimos la madera para darle un acabado más perfecto aún si cabe, ya dije que somos unos expertos con la sierra. En cualquier caso no somos maestros carpinteros y suele haber errores que a veces hacen que nuestro sentido de la frustración y la culpa afloren, pero todo tiene solución y en caso de no tenerla, se repite y no pasa nada.

En este momento comienza su trabajo el equipo de diseño. Primero hay que imprimar la madera y preparar los números que se van a pintar. De momento trabajamos con barnices y pintura acrílica, pero siempre estamos abiertos a las peticiones del comprador; ya nos ha ocurrido tener que cambiar el diseño en el último momento. Una vez que ha secado la capa de la pintura, pasamos al estampado de los números y finalizamos con nuestro secreto mejor guardado: el  toque personal del taller que da ese acabado tan especial que solo conocemos de puertas para adentro de nuestra pequeña fábrica. En el caso de las agujas al trabajar con distintos diámetros, es común que tengamos que hacer diseños especiales.

<<Si conocieras al Tiempo tan bien como lo conozco yo – dijo el Sombrerero -, no hablarías de matarlo. ¡El Tiempo es todo un personaje!>>

 

Pues bien, he aquí nuestros personajes.

 

Él fue el primero

El segundo que, por tamaño, Es el rey de la casa

Y nuestro pequeño ¡Que ya ha sido adoptado!

 

AMAI TLP

AMAI TLP, es la Asociación Madrileña de Ayuda e Investigación al Trastorno Límite de la Personalidad.

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