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La terapia de grupo no es un tipo de terapia reciente, ya que a inicios del siglo XX Joseph Pratt y Edward W. Lazell, entre otros médicos, ya organizaban grupos de terapia para que sus pacientes pudiesen apoyarse entre ellos, obteniendo muy buenos resultados.

Consiste en un espacio de reunión de un número reducido de personas, en el que los asistentes comparten y expresan miedos, creencias y dificultades sin sentirse juzgados, con el fin de continuar con el proceso de crecimiento personal y social.

El objetivo de estas terapias en el tratamiento del Trastorno Límite de Personalidad (TLP) es que los pacientes trabajen la parte interpersonal para poder relacionarse mejor con los demás.

Lo recomendado es que durante un mes, el paciente asista a terapia individual con un psicólogo especialista, que será quien valore cuál es el momento adecuado para que el paciente comience la terapia grupal y haga la derivación oportuna como parte del tratamiento del Trastorno Límite de Personalidad.

Requisitos para participar en una terapia de grupo:

  • Confidencialidad
  • Compromiso de asistencia
  • Respeto por los asistentes

En las terapias para personas con diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad, la media está en una terapia de grupo a la semana, donde se tratan temas que exponen al paciente a sus propias resistencias. Esto se realiza para ayudarle a avanzar y que esté capacitado para ayudarles a completar su proceso terapéutico.

En el momento en el que se realiza una terapia grupal, comienza el intercambio de experiencias entre todos los miembros del grupo. Así, observan las situaciones a las que se han visto expuestos sus compañeros y comparten las suyas propias, es decir, se produce un feedback entre ellos que resulta beneficioso para todos. También ayuda al terapeuta, que puede realizar un diagnóstico más profundo gracias a la interacción entre la persona y el grupo.

Cada miembro se siente apoyado por sus compañeros a la vez que escucha y entiende que no es el único que tiene temas que le preocupan, es decir, se lleva a cabo un proceso de normalización.

Sin embargo, hay casos de pacientes con TLP que creen que no deben compartir lo que sienten, incluso que es mejor aislarse completamente de cualquier persona debido a vivencias negativas en las que su opinión ha sido invalidada, ocurridas en un pasado. No obstante, son múltiples las ventajas que tiene acudir a una Terapia Grupal:

Ventajas de las terapias grupales:

  • Esta terapia busca que los presentes allí reflexionen al escuchar las experiencias de sus compañeros y así poder avanzar.
  • Les da a los pacientes un gran apoyo social.
  • Mejora la comunicación y ayuda a expresar e identificar de manera adecuada las emociones.
  • Es más fácil afrontar un problema cuando el apoyo proviene de un mayor número de personas.
  • No sólo hablas tú, también entiendes, aceptas y conoces otras situaciones distintas a la tuya, por lo cual, favorece la empatía y el proceso de mentalización.
  • Al ser grupos no demasiado grandes, facilitan la trasmisión de información justa y no excesiva.
  • Es más fácil entender y comprender un problema cuando se ve en otro.

Resultados:

Los resultados son siempre positivos. Los pacientes mejoran tanto en la sintomatología como en la adaptación social.

Disminuye el abandono del tratamiento, hecho característico en este tipo de trastornos. Además, fomenta el cambio de creencias y permite abordar cualquier problema abiertamente, sin ningún tipo de juicio, ya que el resto de participantes se pueden sentir identificados.

 

AMAI TLP

AMAI TLP, es la Asociación Madrileña de Ayuda e Investigación al Trastorno Límite de la Personalidad.