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empatía

El TLP y la empatía

Por TLP y la Salud Mental

¿Es el TLP un alma despiadada, frío y calculador o tiene una generosidad prácticamente sin límite?

Los trastornos de personalidad frecuentemente nos enfrentan a situaciones en las que la vida emocional manifiesta dimensiones y aspectos radicalmente distintos, a veces contradictorios, y genera mucha confusión.

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crisis

Estrategias de intervención en crisis

Por Prevención, TLP y la Salud Mental

En el artículo de hoy hablaremos sobre la importancia de tener un plan de actuación ante situaciones de crisis, de las herramientas necesarias para poder manejarlo, Así como de los factores de riesgo o de protección.

Las crisis en el trastorno límite pueden ser vividas de forma muy diferente por las personas que lo sufren. Pero generalmente se traducen en un elavadísimo nivel de activación que suele generar un bloqueo emocional y mental en la persona que lo vive. En ocasiones pueden aparecer acompañadas de explosiones de ira hacia uno mismo o hacia otros,  llantos desmedidos e incontrolables, huidas, autoagresiones, parálisis o congelación o aumento de la ideación suicida.

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Género

El TLP y Género

Por TLP y la Salud Mental
  • 1. Características de la sociedad posmoderna:

Las sociedad y los individuos crecen y se redefinen a través de cambios estructurales profundos, a modo de producción incesante (Vásquez Rocca, 2011), que se van produciendo simultáneamente en sociedades e individuos colateralmente. Así se paso de la modernidad a la posmodernidad y no pocos autores ya describen un nuevo momento cultural denominado neomodernidad, en formación en estos momentos actuales de incertidumbre.

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familia

Cómo abordar TLP siendo familiar

Por Prevención

¿Qué ocurre en una familia cuando aparece el diagnóstico de Trastorno Límite de Personalidad?

En realidad, no pasa nada distinto de lo que ya venía pasando, es decir, hay un miembro de la familia que tiene serias dificultades. Por ejemplo que se mete en líos, o se hace daño, que parece que no se adapta a la realidad, no funciona de manera autónoma o se relaciona mal. Y por supuesto esto afecta a toda la dinámica familiar… les suena, ¿verdad?

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arcoiris

¿Orgullo y prejuicio?

Por Fundación AMAI - TLP, TLP y la Salud Mental

A propósito de la celebración del Día del Orgullo y el estigma del enfermo mental, en 1813 publica Jane Austen una comedia romántica titulada “Orgullo y Prejuicio”. Esta obra ha tenido innumerables adaptaciones como película, serie o teatro, teniendo hasta la actualidad un enorme éxito. El comienzo de la novela, desde el inicio, anuncia el asunto de fondo que va a contemplarse; comienza así: “Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero poseedor de una gran fortuna necesita una esposa”. A partir de esta afirmación, la novela de una manera realista y muy psicológica -como sacando una fotografía de la sociedad de toda una época-  pone de manifiesto todos los perjuicios que podían tener las mujeres de ese entonces, unido al orgullo de una posición social determinada.

Podemos decir que el estigma social contribuye a tener un plan preparado para cada uno, saber qué objetivos se pueden tener (o no) en la vida social. Aprovechando que en esta semana se celebró las fiestas por el Día del Orgullo, de una manera transformada, adaptada a la situación de la pandemia mundial del COVID-19. Queremos felicitar al colectivo y hacer una reflexión sobre el estigma social, autoestigma. Y de qué manera podemos trabajar para que estos procesos  sean socialmente reparados y sanados también en el colectivo que atendemos nosotros de las personas con enfermedad mental.

Efectivamente, la sociedad también realiza un proceso de estigmatización; es decir, de etiquetamiento, con respecto a la enfermedad mental. Lo que genera unas ideas y unas formas de pensar completamente falsas, pero completamente automáticas, que ahorran tiempo a la hora de procesar información. Pretenden ser atajos eficaces para el manejo de la información pero que llevan a cometer tremendos errores de valoración de la realidad. 

En este sentido, respecto a las personas con enfermedad mental, tenemos tres ideas falsas pero que de una manera automática aparecen en la mente de muchos individuos de la sociedad:

  1. El enfermo mental frecuentemente es peligroso y hay que tenerles miedo consecuentemente.
  2. Son espíritus libres y rebeldes; por lo tanto, consecuentemente van a tener una grave y irresponsabilidad en sus cosas.
  3. Tienen percepciones sobre el mundo completamente infantiles por lo que consecuentemente van a necesitar siempre que se les cuide.

Esta es la forma completamente falsa porque las tres afirmaciones se puede demostrar que no remiten a la realidad de los hechos. Simplemente: son mentira. Todavía más negativo que este estigma social es el proceso de auto-estigmatización. Este proceso se da cuando el individuo que pertenece a este colectivo: el de personas con enfermedad mental, se cree él mismo estas ideas relativas a su identidad social. También es grave que incluso dentro del ambiente sanitario, los profesionales sanitarios pueden caer en el error de dar por cierto lo que el estigma propone, sin hacer una labor adulta, científica de análisis de los datos relativos a este colectivo. Nuestra felicitación y reconocimiento al colectivo homosexual que  lleva implícito también una agenda de trabajo para nosotros.

Durante 50 años, se ha realizado una labor constante, dedicada, difícil y arriesgada para luchar contra el estigma social que se otorgaba a este colectivo. En la actualidad, el respeto a los derechos y obligaciones podemos admitirlo como completamente normalizado. Pero no ha caído del cielo, ha sido fruto de un trabajo durante todos estos años. Aunque, una cosa es el reconocimiento social y otra cosa es la vivencia individual de cada individuo perteneciente a la sociedad. A veces hay cierta disparidad, me refiero a que a pesar de la igualdad de derechos y el respeto a este colectivo, siga viendo comportamientos individuales de discriminación en este aspecto pueden incluirse todos los chistes y bromas mal intencionadas. Esto ya es un trabajo de cada individuo cara a una vida social integrada y respetuosa.

Si analizamos la situación en el área del colectivo de personas con enfermedad mental, además de esta dimensión individual, sigue existiendo desgraciadamente esa dimensión comunitaria en la que al enfermo se le etiqueta de una manera falsa inadecuada. Esto lleva al comportamiento consecuente que es la conducta discriminatoria. 

Vamos a recordar las líneas de trabajo que han resultado eficaces para cambiar el estigma social y que el colectivo homosexual ha utilizado durante estos 50 años llegando a un resultado positivo en cuanto a el cambio de dicho estigma:

  1. La protesta. Este es el menos significativo en cuanto a efecto sobre el cambio del estigma, pero siempre es una puesta en escena pública de cuál es el asunto, cuál es la problemática que se está intentando afrontar.
  2. La educación. Disminuye el estigma a base de proporcionar información veraz y equilibrada utilizando distintos medios: libros, videos, programas de enseñanza estructurados para transmitir esa información adecuada.
  3. El contacto. Si la sociedad tiene oportunidad de tener contacto real o personal con el colectivo. Esas personas van a reparar y reorganizar todo su sistema cognitivo de ideas preformadas acerca de ellas. Recuerdo en este sentido el testimonio que me proporcionó una persona de cierta edad. Esta persona de una manera fortuita acabó en el Día de la Salud Mental que se celebró en el Matadero, hace unos años. Y me comunicó que se había quedado tremendamente impresionada por la capacidad que había visto en el colectivo de organizar, de hacer, de relacionarse. Y agradecía a la organización la oportunidad que se le había dado. El día tan bonito que se le había proporcionado por la celebración de este evento.

¡Feliz Orgullo Gay! Esperemos que dentro de un tiempo vosotros podáis celebrar también con nosotros la superación del estigma de la enfermedad mental. 

Quiero saludar desde este lugar también a las personas que iniciaron desde el movimiento asociativo del enfermo mental grave, hace unos pocos años el movimiento del “Orgullo Loco” con una filosofía parecida al orgullo gay. Pero aplicada a la dimensión del enfermo mental.

Como cerrando un círculo, voy a terminar este artículo cerrando lo del comienzo. En su novela, Jane Austen retrata como el orgullo y el prejuicio interfieren en el caminar social de cada individuo.

Amigos, que nuestros orgullos y nuestros prejuicios los tengamos cada vez más conocidos y cada vez más a raya. Para que podamos reconocer en los individuos seres únicos e  irremplazables. A los que hay que tener respeto, a los que hay que querer y querer conocer. Solo así podremos caminar juntos.

narcisismo

La personalidad narcisista

Por Fundación AMAI - TLP, Prevención, TLP y la Salud Mental

La personalidad narcisista es una estructura de carácter rígido y defensivo que parapeta la angustia de enfrentarse a una realidad interna y externa de recorte de expectativas, frustración y cierta duda sobre su verdadera identidad personal.

Los individuos narcisistas destacan por su forma egoísta de dedicarse a sí mismos, experimentando placer primario simplemente siendo pasivos o centrándose en sí mismos. Sus experiencias tempranas les han enseñado a sobrevalorarse. Su seguridad y superioridad puede estar fundada sobre premisas falsas; es decir, puede que no se apoyen en logros reales o maduros. Sin embargo, los narcisistas asumen alegremente que los demás reconocerán su cualidad de ser especiales. Por tanto, mantienen un aire arrogante de seguridad en sí mismos y, sin pensarlo ni pretenderlo conscientemente, explotan a los demás en beneficio propio. Aunque las atenciones de los demás son bienvenidas y alentadas, su aire de esnobismo y superioridad pretenciosa requiere poca confirmación de logros reales o de aprobación social. Su confianza sublime en que las cosas van a salir bien les motiva poco para implicarse en el “toma y daca” de la vida social. 

Características de la personalidad narcisista

  • Mantienen una imagen auto-construida de grandeza y superioridad.
  • Padecen un déficit en la percepción de los demás; una dificultad para identificarse con otras personas que a la larga les genera un sentimiento de aislamiento y soledad. 
  • Aceptan con dificultad cualquier crítica u opinión diferente a la suya.
  • Experimentan una baja tolerancia a la frustración o cualquier situación que no se ajuste exactamente a sus expectativas.
  • Necesitan a todas horas ser vistas y tener el protagonismo.
  • Perciben a los demás casi exclusivamente en función de la utilidad para satisfacer sus propias necesidades.
  • Tienen dificultad para sentir ciertas emociones como tristeza, necesidad afectiva y vulnerabilidad.
  • Evalúan las situaciones y las personas en términos muy polarizados del tipo todo-nada.
  • Escasa conciencia de sus sentimientos íntimos y necesidades profundas que les evita enfrentarse a una crisis de identidad.

Tipos de narcisistas

Según Theodore Millon, en una diferenciación más afinada de este problema describe cuatro tipos de personas narcisistas:

  1. Narcisista sin escrúpulos. Son individuos con pocas prohibiciones morales internalizadas que pueden ser crueles, despiadados y explotadores.
  2. Narcisista compensador. Desarrolla una ilusión de superioridad pero esconde un profundo sentimiento de deficiencia, probablemente fruto de haber recibido una profunda herida en su infancia. Al igual que las personalidades evitadoras, estas personas son extremadamente sensibles al juicio ajeno y a la desaprobación.
  3. Narcisista apasionado. Presenta rasgos histriónicos y busca el hedonismo sexual seduciendo y tratando a sus semejantes como objetos con los que satisfacer sus propios deseos.
  4. Narcisista elitista. Cree formar parte de una raza a parte y estar hecho de una pasta superior. Lo que teme realmente es asumir la mediocridad y buscan desesperadamente la admiración y el reconocimiento de los demás.

Expresión del trastorno narcisista de la personalidad de acuerdo a laos ámbitos funcionales y estructurales de la personalidad.

Prototipo narcisista

De acuerdo a los procesos funcionales, las personas con personalidad narcisista se comportan:

  • Expresivamente arrogante. Se comporta de forma arrogante, altanera, pomposa y desdeñosa, se siente por encima de las normas de convivencia y las califica de superficiales o inaplicables para sí mismo; muestra una descuidada falta de atención por la integridad de las personas y una indiferencia presuntuosa hacia los derechos de los demás.
  • Interpersonalmente explotador. Carece de empatía, se cree el centro de atención y espera favores especiales sin asumir responsabilidades recíprocas; se toma excesivas confianzas sin ningún reparo y utiliza a os otros para fortalecerse a sí mismo y satisfacer sus deseos.
  • Cognitivamente expansivo. Posee una imaginación desenfrenada y está enfrascado en inmaduras y glorificantes fantasías de éxito, belleza o amor; se ajusta mínimamente a la realidad, se concede licencias en cuanto a los hechos y suele mentir para mantener sus ilusiones. 
  • Mecanismo de racionalización. Se engaña a sí mismo y tiende a elaborar razones plausibles para justificar su egocentrismo y su comportamiento socialmente desconsiderado; encuentra coartadas para situarse en la mejor posición posible a pesar de los evidentes obstáculos o fracasos.

De acuerdo a atributos estructurales, las personas con personalidad narcisista tienen

  • Autoimagen admirable. Cree que es una persona de mérito, especial (si no única), que merece una gran admiración; se comporta de forma grandiosa y con una gran confianza, a menudo con logros significativos; tiene un elevado concepto de sí mismo a pesar de ser visto por los demás como egocéntrico, desconsiderado y arrogante.

 

  • Representaciones artificiales. Representaciones internalizadas compuestas en mayor medida de lo normal por recuerdos ilusorios y cambiantes sobre relaciones pasadas; los impulsos y conflictos inaceptables con rápidamente remodelados en cuanto surge la necesidad.
  • Organización espuria. Las estructuras morfológicas que subyacen a las estrategias defensivas y de afrontamiento tienden a ser débiles y transparentes, parecen más sustanciales y organizadas de lo que son en realidad; la regulación marginal de los impulsos, la mínima canalización de las necesidades y la creación de un mundo interno en el que se descartan los conflictos sirven para la rápida justificación de los errores y la reafirmación.
  • Estado de ánimo despreocupado. Manifiesta un aire general de indiferencia, imperturbabilidad y fingida tranquilidad; parece poseedor de una frialdad no impresionable u optimista a ultranza, excepto cuando se ve amenazada su confianza narcisista, momento en el que aparecen breves muestras de ira, vergüenza o sentimientos de vacío.

 

 

salud mental

Definiendo la terapia gestalt

Por Fundación AMAI - TLP, TLP y la Salud Mental

La terapia Gestalt es una disciplina de psicoterapia humanista que se guía por el siguiente principio: cada individuo es un todo (mente, cuerpo y alma). Y para que este pueda ser mejor entendido, debe ser comprendida la relación subjetiva que establece con su realidad. Este enfoque terapéutico fundamenta su trabajo en los siguientes tres pilares: la conexión con el presente o el “aquí y ahora”, la toma de conciencia o el “darse cuenta” y la toma de decisiones o responsabilidad. 

El objetivo fundamental de la terapia Gestalt no es otro que el de poner en contacto o reconectar al paciente con su potencial. Esto se hace a través de la exploración, comprensión y aceptación de su situación actual. Este análisis introspectivo permite que la persona interactúe con su conciencia.

Mediante este aprendizaje, se facilita el cambio y el crecimiento personal. Las personas que llevan a cabo un proceso de terapia Gestalt exploran, con la ayuda del terapeuta, sus sentimientos, pensamientos, conductas, creencias y valores. Lo que les sirve para desarrollar conocimiento acerca de cómo se le presentan y de cómo tienden a responder. Esta búsqueda les ofrece la oportunidad de conocer su modo de funcionar y desarrollar estrategias. Con el fin de poder responder en vez de reaccionar: identificando elecciones, patrones de conducta y obstáculos que afectan negativamente a su bienestar o calidad de vida. Para poder así, desarrollar eficazmente su manejo y potencial.

La prioridad central de la terapia Gestalt reside en que los pacientes puedan construir y mantener una conciencia no juiciosa de lo que hacen, cómo lo hacen y cómo pueden cambiarlo. Para que, progresivamente, aprendan a aceptarse y valorarse. Siguiendo esta filosofía de trabajo, cobra especial importancia dotar al paciente de recursos para aprender a identificar y definir lo que vivencian. O como lo experimentan en lugar de caer únicamente en la interpretación mental de dicha experiencia.

El proceso terapéutico gestáltico incluye diversas técnicas expresivas y creativas desarrolladas en colaboración por terapeuta y paciente. Se persigue fomentar el desarrollo de la autonomía, la responsabilidad y la creatividad de los pacientes. Al ayudar a la persona a ser más consciente de cómo piensa, siente y actúa en el momento presente. De esta manera, se crea un espacio en el que pueden surgir nuevas formas de comprensión y afrontamiento de las situaciones de malestar. Y esto, a su vez, genera una nueva perspectiva de vida. En otras palabras, a través del trabajo de autobservación se cimenta el autoconocimiento. Y de este modo, se facilita la asunción de una mayor responsabilidad sobre las actitudes propias. Lo que deriva en una mayor autonomía y autogestión. 

 

Los principios de la Terapia Gestalt

Contacto: Aquí y ahora

Para la terapia Gestalt el sufrimiento puede tener su origen o explicarse a través del impacto en nuestra salud del “parloteo” mental o diálogo continuo. La mente con un exceso de pasado se deprime. Y la mente con un exceso de futuro se agobia. En cualquier caso, cuando ponemos toda nuestra atención y energía en la mente. Nos alejamos de la experimentación de la realidad en el presente. Desconectándonos del único momento en el que realmente podemos cambiar, el aquí y el ahora. 

Al entender y trabajar nuestra manera de pensar y experimentar el presente, que es donde podemos incidir, estamos interviniendo igualmente sobre nuestras maneras de plantearnos el futuro que está por venir. Además, del modo en el que echamos la vista atrás para revisar el pasado. Esto ocurre puesto que poner la atención en la propia vivencia nos permite, por un lado, agilizar nuestra habilidad para reconocer nuestra forma de experimentar la realidad. Y por otro, tener más conciencia y poder de decisión a la hora de cambiar nuestra manera de ver las cosas. En otras palabras, podría decirse que escuchar y estar abiertos a nuestra manera de vivenciar la realidad, sin luchar con el pasado ni vivir adelantándonos al futuro. Lo que nos permite potenciar nuestra inteligencia y regulación emocional.

Toma de conciencia “Darse cuenta”

En la Terapia Gestalt es imprescindible tomar conciencia de lo que nos ocurre. A través de la conexión con la experiencia, los sentidos y emociones y el aprendizaje de los mismos, tiene lugar el crecimiento de la persona. Para ello es importante poner el énfasis en lo que se experimenta en el aquí y el ahora. Pasado y futuro quedan relegados a un segundo plano para disponer nuestra atención al servicio de la experiencia actual sin “ruidos mentales”. Y poder así, aprender de la información que nos brinda para utilizarla en nuestro beneficio. Para la terapia Gestalt, es gracias y a partir de esa “revelación” o toma de conciencia que puede darse el cambio. Y mediante la detección de nuevas perspectivas de concebir mi realidad en el aquí y el ahora en términos que nos acerquen más a la autorrealización.

Responsabilidad

La responsabilidad para la terapia Gestalt hace alusión al manejo funcional de la culpa y el resentimiento. Puesto que la Gestalt puede considerarse como una forma de terapia y/o filosofía de vida en la que el autoconocimiento y la responsabilidad son factores esenciales para el crecimiento personal. Se considera que a partir de la aceptación de los errores y de los riesgos, se gana autonomía. Puesto que se abre el abanico de posibilidades en las que la persona puede actuar y responder.

Siguiendo este razonamiento, es fundamental asumir la responsabilidad de los actos propios. Así como hacerse cargo de las consecuencias de estos. Pero sin caer por ello en un juicio de culpa que no genera aprendizaje, pero sí trae sufrimiento. La aceptación, por tanto, es parte fundamental del crecimiento de la persona y condición necesaria para la asunción de responsabilidad.

Todo esto puede entenderse mejor acompañado de una frase que ilustra esta intervención terapéutica: “El único error real es aquel del que no aprendemos nada”. Es por este motivo que los terapeutas que se adscriben a la Terapia Gestalt entienden que sus intervenciones deben focalizarse en la autonomía. y además, las potencialidades de la persona, como la metáfora del pez y la caña de pescar. 

En definitiva y a modo de reflexión final, cabría subrayar que la prioridad más reseñable de la terapia Gestalt radica en movilizar los recursos de la persona. Con el fin de que pueda reestructurar su equilibrio y perseguir un bienestar y calidad de vida, adaptado a su realidad. Mediante la construcción de relaciones dinámicas entre la conducta y las necesidades, deseos y carencias. Promoviendo la toma de conciencia en el presente y asumiendo responsabilidad, se pone en contacto a la persona con su capacidad y potencial.

Quizás el mayor alcance de la corriente gestáltica es que ésta logre trascenderse, convirtiéndose en un estilo de vida. El cual nos invita a vivir con conciencia e intención, aceptando lo que es, sin luchar ni forzar. Reconociendo nuestras vulnerabilidades e identificando nuestras fortalezas, aceptando lo que somos en realidad y buscando el modo de conocernos, entendernos y valorarnos. 

GESTALT ES:

MENOS MÁS
Control Libertad
Pasado y futuro Presente
Intelectualizar Sentir
Rechazar Aceptar
Imaginar Experimentar
“Tengo que” “Quiero”