Por: Ignacio García Masó
“ cuando todo cambia y nada es para siempre”
Esta breve reflexión trata de recoger las inquietudes, observaciones y en buena medida las implicaciones terapéuticas que nos surgen desde AMAI TLP. Especialmente con el desarrollo laboral y profesional de aquellos pacientes que están trabajando o deseando trabajar y están en buenas condiciones para hacerlo.
El Trastorno Límite de Personalidad (TLP) es considerado como el paradigma de trastorno severo de la personalidad. Los principales síntomas que lo describen son el comportamiento suicida, la autolesión no suicida, el comportamiento agresivo y la reactividad emocional. Por otra parte, el inicio del TLP depende de la combinación de factores genéticos y ambientales, especialmente de la vulnerabilidad biológica y la exposición a experiencias traumáticas durante la infancia.
Este artículo tiene como objetivo presentar un nuevo grupo de terapia que acabamos de iniciar recientemente en AMAI-TLP. A lo largo de los últimos años hemos estado implementando grupos basados en las terapias dialéctico-conductual, de mentalización y cognitivo conductual. En este momento arrancamos un grupo terapéutico con un nuevo enfoque teórico que igualmente tiene una alta efectividad en la reducción de la sintomatología TLP: la terapia de esquemas.
Este trastorno es el más llamativo en cuanto a su complejidad sintomatológica y las dudas que genera en la comunidad clínica. Consiste en una de las alteraciones que mas dudas diagnósticas, metodológicas y conceptuales ha generado en pacientes, familiares, clínicos y estudiosos.
Es por ello que la disección y el estudio de los distintos síntomas o mecanismos imbricados en la génesis o mantenimiento de la patología. Se presentan altamente relevantes a la hora de avanzar en la comprensión metodológica de este padecimiento.
Te contamos cuáles son los síntomas físicos que aparecen cuando una persona padece TLP.