Ayer se conoció la noticia de que José Fernando (hijo de José Ortega Cano y la fallecida Rocío Jurado) podría tener Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), también conocido como Borderline. Pero, ¿de qué va esta enfermedad?
El TLP en pocas palabras es una enfermedad mental que se caracteriza por estados de ánimo, comportamiento y relaciones inestables. También, se sabe que es una enfermedad mucho más común de lo que se cree y trae consigo en muchos casos situaciones dolorosas y complicadas para quien la tiene y en muy a menudo a sus familias y amigos.
Algunos de los síntomas
Las personas con Trastorno Límite de la Personalidad pueden sufrir en su comportamiento de aislamiento social, autodestructivo, compulsivo, y riesgoso además de una falta de inmovilización, hostilidad, impulsividad o irritabilidad. En su estado de ánimo se encuentran síntomas de altibajos emocionales, ansiedad, culpa, descontento general, enfado, soledad o tristeza. Los síntomas psicológicos se caracterizan por depresión, imagen negativa de sí mismo, megalomanía o narcisismo.
¿Tiene tratamiento?
Sí, el Trastorno Límite de la Personalidad puede tratarse con psicoterapia o terapia de diálogo. En algunos casos, se pueden recomendar medicamentos para tratar síntomas específicos y siempre con la supervisión de un profesional médico. Los tipos de terapia más comunes para quienes tienen esta enfermedad son las Terapias Cognitivo-conductuales, Terapia Dialéctica conductual y Terapia de esquemas.
Combatir los estigmas
El mundo de la salud mental sigue siendo desconocido y quienes sufren alguna enfermedad mental se enfrentan a grandes estigmas sociales: el Trastorno Límite de la Personalidad no es la excepción. A pesar de ser tan común, solo desde la década de los 70 se ha estudiado y cada año se conoce un poco más sobre esta patología.
Los grandes mitos que hay en torno al TLP son:
Las personas con TLP no son “malas”. Las personas con TLP a menudo son etiquetados como ‘manipuladores’ o ‘que quieren llamar la atención’. Mientras las cosas que hacen pueden causar angustia, este comportamiento resulta de los síntomas del TLP.
Las personas con TLP no pueden mejorar. El TLP tiene tratamiento. Las personas con TLP pueden mejorar con un buen tratamiento y apoyo profesional, de su familia y amigos.
No todas las personas que se hacen daño a sí mismos tienen TLP. Las personas llevan a cabo autolesiones por muchas razones, no es exclusivo del TLP
Otro aspecto que a veces se suele decir es que las personas con TLP son personas que necesariamente consumen algún tipo de sustancia psicoactiva. A pesar de que no todas las personas que tienen Trastorno Límite de la Personalidad consumen droga, hay muchos casos en los que esto sucede. Cuando hay un problema de consumo en adición a un diagnóstico de TLP, se le conoce como Patología Dual. La existencia de este cuadro clínico dificulta el tratamiento del Trastorno Límite de la Personalidad.
Estos y otros muchos estigmas existen incluso entre profesionales de la Salud Mental, pues muchos siguen sin conocer muy bien esta enfermedad o cómo tratarla de la manera adecuada.
El gran desconocimiento de esta enfermedad, sumado a los estigmas que existen, hacen que las personas que tienen TLP sientan muchas veces vergüenza de tenerlo, lo que en la mayoría de casos hace que no busquen la ayuda necesaria. En los casos más extremos, la falta de ayuda profesional puede terminar con la persona afectada en la cárcel por no ser juzgados de la manera adecuada, desconociendo la enfermedad y la manera en la que puede llegar a afectar el comportamiento de quien la padece.
Siempre, buscar ayuda
A pesar de las dificultades que existen, hay ayudas disponibles para las personas con Trastorno Límite de la Personalidad y sus familias. Siempre el primer paso deberá ser buscar esa ayuda y si es una ayuda especializada en Trastorno Límite de la Personalidad, mucho mejor. El tratamiento del TLP es un camino largo y complicado, pero recorrerlo es una necesidad y podría significar un alivio no solo para quien lo padece, sino a su entorno.
Más información sobre el Trastorno Límite de la Personalidad
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