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Por: David Heche

Ya os conté hace unos post que en AMAI hacemos dos tipos de salidas: unas de tipo cultural y otras más físicas. Durante el mes de agosto en el taller de habilidades cognitivas hemos estado investigando sobre los beneficios del ejercicio físico y hemos descubierto que está demostrado que es una herramienta fundamental a la hora de tratar los problemas relacionados con la mente ya que liberamos una serie de hormonas que provocan bienestar, entre ellas la serotonina, la llamada hormona de la felicidad y como nosotros queremos ser felices debemos obligarnos a movernos de vez en cuando y sobretodo en los días tontos. Así que ya conocéis otra técnica para luchar.                He de decir que somos un poco vaguetes y nos cuesta un poco mover el culo pero Verónica y Belén nos motivan a hacerlo. En esta última salida nos fuimos a La Pedriza, ese lugar tan bonito de la sierra y donde pudimos gozar del contacto con la naturaleza. Ese día tocaba madrugar bastante, (en mi caso más de la cuenta, es una de las desventajas de vivir en Guadalajara), porque teníamos que subir al autobús a las 9.30 de la mañana si queríamos llegar con tiempo para disfrutar a tope. La idea inicial era ir a sus famosas pozas y cuando llegamos a Manzanares el Real, preguntamos a un caballero por el camino que debíamos tomar para llegar hasta ellas, pero al llegar a una urbanización nos preguntamos si el señor nos había indicado mal o nosotros habíamos hecho lo contrario. Algo indicaba que aquel no era el camino correcto y tuvimos que volver a preguntar, ¿os acordáis del trabajo que nos cuesta hacer preguntas? Bueno, pues otro reto superado y con nota. Esta vez un chico joven nos dijo que aquel no era el camino, que deberíamos dar la vuelta si queríamos llegar hasta las pozas pero que estaban algo retiradas de donde nos encontrábamos y que en cualquier caso, si continuábamos por allí, un poco más adelante y pasado un puente llegaríamos al caudal del río que también era una muy buena zona para acampar. Efectivamente era un buen sitio. Encontramos un lugar en el que se abría una pequeña playa muy bonita así que colocamos las toallas y de uno en uno hicimos valor para entrar en el agua ¡estaba helada! Pero, ¡qué buena forma de activar la circulación sanguínea! Sí, es que somos unos valientes.

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Al ratito de estar allí llegó otro de los habitantes de Manzanares acompañado por su perra pastor alemán, estuvimos charlando con él y jugando con la perra hasta que de pronto todo se oscureció y comenzó a llover. Este verano me he bañado muy poco y he comprobado que no ha sido el mejor año para la natación, cada vez que tocaba el agua irremediablemente se ponía a llover. Intentamos aguantar todo lo que pudimos, pero iba a más y no nos quedó más remedio que salir corriendo. Algunx sintió alivio porque esa escapada no le parecía lo suficientemente atractiva y la lluvia se convirtió en su mejor amiga. Poco a poco y al refugio de techos donde guarecernos volvimos al pueblo, pero como era pronto para regresar nos sentamos en una cafetería para hacer tiempo. No habíamos tenido oportunidad de disfrutar de los bocadillos así que pedimos unos refrescos y algo para comer mientras disfrutamos contemplando vida cotidiana de Manzanares hasta la hora de regresar a Madrid.

La Pedriza

AMAI TLP

AMAI TLP, es la Asociación Madrileña de Ayuda e Investigación al Trastorno Límite de la Personalidad.